Rating
Si el río suena es porque rating trae
Una forma distinta de ver la función de la noticia en la sociedad es a través del ruido creado a partir del rumor en torno a algo no confirmado. De hecho, eso resulta más noticioso que el hecho o la noticia misma.
En la vida social y práctica confirmamos la popularidad del famoso juego infantil “teléfono malogrado”. Esto explica dos cuestiones:
La primera es el carácter interiorizado de tal práctica y su directa vinculación con lo lúdico y, por tanto, lo inofensivo. Jugar al teléfono malogrado es jugar un juego de niños. Es jugar a ser niños.
La segunda surge a partir de la anterior: al ser “inocente”, la réplica de ella es inmediata y masiva. Se trata de un juego, la idea es seguir la corriente.
Ambos aspectos recuperan el valor profundo de la noticioso, de la noticia, al margen del hecho y la información. El peso recae sobre lo que alguien dice; lo probable; el chisme; la bola; la exageración; el chamullo; el raje; el cotilleo. En una palabra, la ausencia de rigor en lo pronunciado y la amplitud de terreno en la especulación.
Así, el rumor es como el sonido producido por el río, pasa de lado, está ahí sin estar. Se manifiesta por su ausencia. De eso se trata. El rating es el premio a los niveles óptimos de audiencia esperados por la industria periodística. La condecoración máxima a los rumores fabricados por los consumidores de medios.