Es imposible mostrar los hechos tal cual ocurren en el mundo. A lo mucho se puede comentar algo, informar, difundir datos. Los hechos son inalcanzables. Es una fantasía pretender visibilizarlos. Lo que se realiza es una construcción.

¿Qué es una nota periodística? Un intento por mostrar una versión. Hacer notar lo que no se nota. Colocar un disfraz sobre la materia prima de la futura noticia. Lo noticioso cobra sentido precisamente al transformar algo anodino en fundamental, es decir, llamativo.

¿Qué caracteriza a la noticia? La inmediatez y el olvido. Si bien un lector puede leer noticias pasadas, en rigor ellas solo interesan a los propios productores de noticias. Aunque también es cierto que hay cierta fascinación en las personas por reciclar información pasada.

¿Qué es un diario? Una empresa dedicada a construir versiones de otras versiones. La política del medio responde, principalmente, a la postura del directorio. La libertad de los redactores y locutores se encuentra constreñida a los idearios del medio.

¿Qué cree el lector promedio? En la necesidad de estar informados y consumir portadas, titulares, memes, virales, videos, pantallazos y más. A su vez, difunde el mensaje recibido, sea por tendencia sea porque cree hacer lo correcto.

¿Qué es un viral? Cualquier fragmento creado para producir el mismo efecto: repetirse indefinidamente. El lugar perfecto donde coinciden lo falso y lo fidedigno. Representa la desaparición del juicio crítico.

¿Quién decide qué es lo que debe publicarse? El propio medio. El interés ciudadano solo queda en el papel. La noticia se construye, principalmente, velando por la postura del primero.

¿Qué es la objetividad? Algo inexistente. Nunca existió. No podría existir. Solo se puede ser más o menos subjetivo. Naturalmente hay una distancia entre el editorial de un medio, la opinión de un columnista, una nota y un director periodístico declarando en señal abierta cuál es la línea del medio al que representa.

¿Qué caracteriza al mundo actual? El tsunami informativo diario. Los consumidores no tienen tregua. La pandemia ha potenciado la falsa idea de no tener más remedio que revisar el celular a cada momento. La información más novedosa es desechada a la velocidad de la luz, con la misma rapidez con que fue recibida. Consumir es eliminar.

Cada vez que una portada muestra algo, necesariamente oculta algo más. Es una cuestión de elección, de prioridad. No estamos hablando de manipulación ni de influencia, sino de algo natural en la empresa periodística. El diario es lo más reciente hoy y lo más antiguo, al día siguiente.